jueves, 14 de febrero de 2013

No tenemos gato, pero sí gatera

Vamos con la siguiente entrega, que no es otra cosa que un escalón. Así, tal cual:

Creo que será bien práctico a la hora de ir a dormir, aunque no sea una maravilla de la ingeniería. Bueno, tiene su gracia cortar las maderas a bisel, para hacer que el escalón quede más o menos paralelo al suelo cuando está abierto. Además he puesto unos nervios verticales por la parte inferior, para estar seguro de no pegarme una leche cualquier noche al dejar caer todo el peso sobre la madera superior. Lo blanco que se ve por el hueco es el depósito de aguas limpias, así que el escalón en posición cerrado queda por encima. Y finalmente, así es cuando está recogido:


 El cierre es el típico que hay para caravaning y naútica, tipo pulsador, que cuando aprietas se desbloquea y sale un tirador; y cuando pulsas otra vez se mete para adentro y bloquea la puerta contra una chapita que hay atornillar previamente por el interior.

Bri-consejo: Si alguien decide poner unos tiradores de este tipo y no los ha puesto nunca, que coja una madera que simule la puerte y otra que simule el marco, y haga un prueba. Para instalarlo hace falta hacer un taladro de 25 mm, a una distancia exacta del borde de la puerta (para el modelo que yo tengo, creo recordar que 28 mm); y la plaquita que se atornilla en el marco tiene que sobresalir unos 2-3 mm. Así que mejor probar que tener una puerta que no cierra porque toca no-se-sabe-dónde o tener que tirarla porque tiene un agujeraco en el medio y no sirve.